En el año 1991, naciò una esperanza, el barrio El Vivero de Rafael Castillo, La Matanza, despuès de varios años logrò tener su escuela.Esta esperanza albergaba muchos sueños, un lugar digno para mejorar la calidad educativa de los niños que hasta ese momento caminaban 25 ò 30 cuadras para asistir a la escuela nº 11o de Gonzàlez Catàn para educarse en 3 ( tres) horas de clase; un sueño de mejorar la calidad de vida de todos los que llegaban al barrio por medio de una mejor oferta educativa.Pero estos sueños se fueron desdibujando con el correr del tiempo y el acrecentamiento de dificultades. Llegaron muchos pobladores, nacieron 10 (diez) asentamientos en los alrededores de la Escuela ( El Trèbol, 17 de Octubre, 24 de Febrero, Latinoamèrica, Atalaya I y II, 1º de Mayo, La Primavera y por supuesto , El Vivero)En 1991 la escuela contaba con 14 secciones y cerca de 300 alumnos, evolucionò hasta tener en 1994, 60 secciones, 1955 alumnos, funcionando en 4 turnos de 2 horas de clase, 10 secciones y 50 secciones en 3 horas de clase.La matrìcula como caracterìsticas esencial siempre tuvo graves dificultades econòmicas, sociales y familiares.Las ausencias de los alumnos fueron siempre muy pronunciadas, los constantes movimientos ( idas y vueltas, del interior y de países limítrofes) lo que se podría denominar golondrina.Como es evidente, la escuela nacio y creciò rodeada y, tal vez, invadida por los graves problemas sociales, ecómicos, culturales, familiares de los asentamientos.Esto siempre fue de gran peso y marcò el perfil de la instituciòn, soslayando la autèntica funciòn educativa de la escuelaLa institución desarrolló un rol fundamentalmente asistencialista, dejando en un segundo plano la funciòn esencial para la que fue creada y soñada.A fines de 1996 se crearon las escuelas 195,196,y 197, ya en 2 turnos la escuela pasò a tener 44 secciones y 1.500 alumnos. En agosto de 1997 se creò la cuarta escuela y con ella vinieron los desdoblamientos y consecuentemente con esto el descenso de la matrìcula, està desestructuraciòn nos permitiò comenzar con un proceso de anàlisis para proceder a una evaluaciòn adecuada de la realidad educativa que posibilite la correcta intervenciòn para la detecciòn y resoluciòn de dificultades pedagògicas.
tomamos conciencia que la intervenciòn no puede darse desde lo asistencial. Comenzamos a rever todo aquello relacionado con la funciòn social de la instituciòn, para establecer un nuevo perfil desde lo pedagògico - didactico desde lo esencialmente educativo para asì mejorar la oferta.
A partir de esto último, comenzaron a gestarse varias ideas. Una de ellas fue el PROYECTO C.R.A. " Centro de recursos para el aprendizaje"
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